Hola amigos:
Partimos el viernes noche a Matanzas....llegamos cerca de media noche con amenaza de lluvia.
Todo el sábado temporal de lluvia y viento en la casa del Cote al borde de un acantilado con una maravillosa vista a playa, islotes, mar gruesa y campo. Para llegar hay que subir empinados caminos de tierra en 4WD, por lo tanto estábamos aislados. Y que más que hacer unos cruditos bien aliñados...un "excelente picado" (tintolio chambreado al estilo cotilein). Así voló el día entre comida, copete, mundial de fútbol (borroso), vituperio y temporal .
Domingo un día esplendoroso después de la tormenta. Aún el mar grueso incitando...a volar a Puertecillo a surfear. Hace rato que no me subía tanto la adrenalina en el agua: tirarse al agua entre las rocas y remar 60 mts. de zona crítica (donde no te tiene que agarrar una ola) pasar justito con la cuchara a 200 rpm... para luego con algo más calma remar y remar contra la corriente para buscar el "break point". No hubo drama para pasar gracias a que seguí a los expertos locales: el Cote y el Chago. El agua increíblemente tibia (para ser pleno invierno...jeje) y un extraño calor tropical en la orilla, contrastaban con la fuerza del mar. Las olas estaban grandototas...bordeando los 3 mts...se veían bastante abordables, hasta que te montabas en una para salir disparado y sentir su infernal fuerza. Bastaron tres corridas en 90 minutos para salir destrozado pero con una sonrisa de cara a cara. No era para menos ya que al menos el 50% de los que intentaron fueron literalmente escupidos a la orilla.
De regreso a casa hubo que parar "onde la Feliciana" para refrescar el salado oci con unas chelas y unas empanaditas al horno de barro, al son de unos corridos mexicanos y los canturreos de un guaso que estaba re-pasao. Ya de noche cachamos que para llegar a la casa había que subir con las 4wd por el barro..bueno más adrenalina y póngale otro rally!!!
Después de tanta emoción no quedó otra que viniese un lunes primaveral, sin viento ni olas, con un olor a humedad y calor que nos obligaron ha hacer un paseo por praderas quebradas y bosques por una ruta que sólo el "local motion" podría repetir.
Para cerrar una puesta de sol de película, que nos dejó a todos para "adentro"...las tonalidades y colores variaban de minuto a minuto y nos peleábamos las fotográficas para tratar en vano de perpetuar el entorno, y sin duda querer estirar el "long wiken" hasta la última gota.
Partimos el viernes noche a Matanzas....llegamos cerca de media noche con amenaza de lluvia.
Todo el sábado temporal de lluvia y viento en la casa del Cote al borde de un acantilado con una maravillosa vista a playa, islotes, mar gruesa y campo. Para llegar hay que subir empinados caminos de tierra en 4WD, por lo tanto estábamos aislados. Y que más que hacer unos cruditos bien aliñados...un "excelente picado" (tintolio chambreado al estilo cotilein). Así voló el día entre comida, copete, mundial de fútbol (borroso), vituperio y temporal .
Domingo un día esplendoroso después de la tormenta. Aún el mar grueso incitando...a volar a Puertecillo a surfear. Hace rato que no me subía tanto la adrenalina en el agua: tirarse al agua entre las rocas y remar 60 mts. de zona crítica (donde no te tiene que agarrar una ola) pasar justito con la cuchara a 200 rpm... para luego con algo más calma remar y remar contra la corriente para buscar el "break point". No hubo drama para pasar gracias a que seguí a los expertos locales: el Cote y el Chago. El agua increíblemente tibia (para ser pleno invierno...jeje) y un extraño calor tropical en la orilla, contrastaban con la fuerza del mar. Las olas estaban grandototas...bordeando los 3 mts...se veían bastante abordables, hasta que te montabas en una para salir disparado y sentir su infernal fuerza. Bastaron tres corridas en 90 minutos para salir destrozado pero con una sonrisa de cara a cara. No era para menos ya que al menos el 50% de los que intentaron fueron literalmente escupidos a la orilla.
De regreso a casa hubo que parar "onde la Feliciana" para refrescar el salado oci con unas chelas y unas empanaditas al horno de barro, al son de unos corridos mexicanos y los canturreos de un guaso que estaba re-pasao. Ya de noche cachamos que para llegar a la casa había que subir con las 4wd por el barro..bueno más adrenalina y póngale otro rally!!!
Después de tanta emoción no quedó otra que viniese un lunes primaveral, sin viento ni olas, con un olor a humedad y calor que nos obligaron ha hacer un paseo por praderas quebradas y bosques por una ruta que sólo el "local motion" podría repetir.
Para cerrar una puesta de sol de película, que nos dejó a todos para "adentro"...las tonalidades y colores variaban de minuto a minuto y nos peleábamos las fotográficas para tratar en vano de perpetuar el entorno, y sin duda querer estirar el "long wiken" hasta la última gota.
Un abrazo,
Philwind
Philwind
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